Hansi Flick y el sutil arte de provocar fueras de juego

(Photo by David Ramos/Getty Images)
El pasado sábado, el equipo de Hansi Flick arrasó 0-4 en el Bernabéu y se llevó El Clásico. El equipo dejó grandes destellos de calidad en la zona del mediocampo con jugadores como Marc Casadó, Pedri o Dani Olmo y dominó en facetas de ataque con mención de honor para Lewandowski, que hizo un doblete. Sin embargo, lo que más llama la atención al espectador es la habilidad del Barça para dejar a sus rivales en fuera de juego manteniendo una línea defensiva en una perfecta sintonía. El mayor culpable de que dicho movimiento funcione a las mil maravillas es Hansi Flick, que desde que ha llegado ha dejado claro a la plantilla la importancia de este matiz.
Mbappé, desquiciado
El Real Madrid llegaba como favorito al Clásico con una delantera liderada por Vinícius, el jugador más en forma. No obstante, el técnico alemán estudió los movimientos ofensivos merengues y parece haber dado con la tecla. Durante el partido, el Barça provocó intencionadamente hasta 12 fueras de juego. En especial, Kylian Mbappé fue el futbolista que más veces (8) cayó en la «trampa». De hecho, también se le anularon dos goles al francés por posición antirreglamentaria.
Un mecanismo más que estudiado
Hansi Flick ha confesado más de una vez ser admirador de Johan Cruyff: «Estudié el fútbol neerlandés, su fuera de juego y aprendí mucho de Johan Cryff». Tanto es así, que el FC Barcelona es el equipo con más offsides forzados de las cinco grandes ligas con 77 (seguidamente, con 35, se encuentra el Brighton & Hove Albion).
Está claro que la base de todo esto se encuentra en la observación constante de los demás compañeros de zaga para no descolgarse de la línea, pero para entender la facilidad y la sutileza con la que se ejecuta esta orden del entrenador culé, hay que conocer uno a uno a los integrantes de esta defensa bien plantada.
Dos laterales todoterreno
Tanto por la banda derecha como por la izquierda, el Barça cuenta con con dos laterales muy preparados físicamente para este sistema de juego. Por una parte, Koundé, que aunque demostró con Xavi de lo que es capaz a pesar de haber jugado de central en cursos anteriores, es una pieza clave en el equipo. El ex del Sevilla es un jugador reservado y correoso que difícilmente se doblega ante el extremo rival. En la zona opuesta encontramos a Alejandro Balde, que podría jugar perfectamente más adelantado gracias a su velocidad y desborde. Además, el canterano es un joven muy incisivo que no tiene problemas a la hora de retroceder y salvaguardar su banda.

Los guardianes del área
En el centro de la muralla infranqueable planteada por Flick, habitan dos auténticos guerreros. El primero de ellos, Pau Cubarsí, es un zaguero que poco a poco se va asentando en la élite. Debutó hace un año y parece que desempeña este deporte como si de un veterano se tratase. Como compañero tiene a Íñigo Martínez, que llegó gratis procedente del Athletic Club el verano de 2023. El vasco se ha adueñado de dicha posición tras las bajas de Ronald Araujo y Andreas Christensen, pero si sigue con este compromiso dará razones de peso a Flick para alinearle antes que al uruguayo y al danés.

A esta pareja impenetrable junto a los dos laterales se le suma la especial atención del portero a los posibles fallos que pueda desencadenar tener la defensa tan adelantada. Esto se pudo ver en el Bernabéu cuando en diversas imprecisiones atrás, Iñaki Peña salía rápidamente a cortar el peligro de raíz.
Autor: Manuel Tacón / @manutr_4
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