El CD Tenerife, entre la ilusión y la incertidumbre

La temporada 2024-2025 del CD Tenerife entre ilusión e incertidumbre ha dejado sensaciones encontradas entre su afición. A pesar de algunos destellos de buen juego y una plantilla con nombres prometedores, el equipo no ha conseguido consolidarse como un claro aspirante al ascenso, quedando fuera de los puestos de promoción y sumido en una dinámica irregular que ha generado más dudas que certezas, descendiendo a Primera rfef.
El equipo empezó con una apuesta por un fútbol decepcionante. A esto le sumas, la falta de regularidad en los resultados, derrotas tanto dentro como fuera de casa y ciertos desaciertos tácticos que no se consiguieron arreglar hasta que llegó Cervera. La afición en el Heliodoro Rodríguez López respondió como siempre: con apoyo, aunque también con preocupación por la falta de un rumbo claro.

¿Qué toca hacer ahora?
Con el descenso a Primera RFEF consumado, el CD Tenerife afronta una nueva etapa marcada por grandes cambios. La directiva ha confirmado la continuidad de Álvaro Cervera en el banquillo, apostando por su experiencia y conocimiento del club para liderar la reconstrucción del equipo en la categoría de bronce del fútbol español.
Sin embargo, el panorama no es sencillo. Muchos jugadores de la actual plantilla no continuarán la próxima temporada, ya sea por finalización de contrato, decisiones deportivas o el propio deseo de buscar nuevos retos en categorías superiores. Esto deja al club con la tarea urgente de rearmar prácticamente desde cero un equipo competitivo, capaz de luchar por el ascenso desde el primer momento.

Cervera, un técnico que ya sabe lo que es ascender con el Tenerife, tendrá el reto de formar un bloque sólido y comprometido en una categoría tan exigente como imprevisible. La cantera, los fichajes inteligentes y la fortaleza mental serán claves para devolver al conjunto blanquiazul al lugar que su historia y su afición merecen.
La próxima temporada no será fácil, pero también puede ser una oportunidad para reiniciar con humildad, trabajo y ambición. Porque si algo ha demostrado esta afición, es que nunca abandona. Y ahora más que nunca, el Tenerife necesita reconstruirse para volver a levantarse.
La temporada 2024-2025 ya es historia, se pasó de la ilusión a la incertidumbre, pero también es una lección. El CD Tenerife tiene la base para construir un proyecto ambicioso, pero debe tomar decisiones valientes y coherentes. La afición seguirá ahí, como siempre, esperando que el próximo curso no solo se hable de ilusión, sino también de resultados. Porque la isla sueña con volver a Primera, y ese sueño necesita un plan firme para hacerse realidad.
Autora: Ángela Aguilar
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