La consagración de Vinicius

Fuente: FAYEZ NURELDINE/AFP via Getty Images.

No estaba siendo la mejor temporada del brasileño. Ni la más fácil. Aquejado por las lesiones, había perdido su chispa y el liderazgo del equipo vacante tras la salida de Benzema había recaído sobre los hombros de Bellingham. Vinicius necesitaba un partido como este para salir del bache.

Ni en sus mejores sueños, se imaginaba Vinicius un impacto como éste en la victoria del Real Madrid. Sus dos goles tempraneros fueron una cómoda ventaja y le sirvieron para reivindicarse. Más aún, ante un equipo como el Barcelona, que siempre busca llevarle al límite. Sus emparejamientos con Araujo son siempre motivo suficiente para encender el televisor y ser testigos de uno de los mejores duelos que existen en la actualidad.

El partido de Vinicius fue una oda al fútbol, con desborde y valentía, y con esa pizca de chulería que caracteriza al brasileño. El tercero llegó de un penalti cometido sobre él. El defensa ururguayo lo derribó en un salto y el árbitro señaló la pena máxima. El jugador brasileño, en estado de gracia, agarró el balón y se dispuso a lanzar el penalti convencido de escribir su nombre en las páginas de la historia. Con una paradinha, envió el balón al fondo de la red superando a Iñaki Peña.

Ya había escrito su nombre en la final de Saint-Denis, y ha decidido pasar nuevamente a la historia con otra final memorable. Él sólo fue capaz de superar al Barcelona y de decidir la balanza del partido hacia el lado blanco. El Bernabéu y las oficinas de Valdebebas tienen depositadas sus esperanzas en este jugador, que debe liderar el ataque junto con Jude y Rodrygo. Más aún cuando las noticias de Mbappé señalan un enfriamiento en su llegada y una más que posible renovación en un futuro. El brasileño está llamado a ser el jugador insignia de los blancos durante muchos años y debe responder con partidos como este.

Autor: Gonzalo.

Sigan toda la información y actualidad deportiva en Twitter: @daiguallapelota, y en Instagram: @daiguallapelota.