El escándalo que podría dejar a Argentina sin Mundial y sin Finalissima

El fútbol argentino vive uno de los capítulos más exitosos de su historia reciente. La selección nacional presume de un logro inédito: ser, de manera simultánea, campeona del mundo y de la Copa América. Un escenario idílico sobre el césped que contrasta de forma brutal con lo que sucede en los despachos, donde ha estallado un escándalo de grandes dimensiones que amenaza con sacudir los cimientos del fútbol albiceleste e incluso con afectar al combinado nacional.

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Las derivadas del caso podrían ser devastadoras. En el peor de los escenarios, Argentina podría quedarse sin disputar la Finalissima pendiente frente a España —el torneo que enfrenta a los campeones de Europa y América— e, incluso, ver comprometida su participación en el próximo Mundial. Por ahora, la FIFA sigue de cerca todo lo que ocurre en el país sudamericano a la espera de decidir si adopta medidas contundentes.

La Justicia argentina ha puesto en marcha una investigación por presuntas irregularidades económicas que salpican a distintos actores del fútbol local, con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y su presidente, Claudio ‘Chiqui’ Tapia, en el centro del foco. El proceso analiza posibles delitos relacionados con apropiación indebida de fondos y evasión fiscal, presuntamente cometidos en connivencia con varios clubes.

Varios clubes de Argentina investigados

Durante los últimos días se han llevado a cabo numerosos allanamientos con el objetivo de recabar documentación. Las actuaciones judiciales alcanzaron tanto la sede de la AFA como las oficinas de 17 clubes, entre ellos Racing, Independiente, San Lorenzo, Argentinos Juniors, Banfield, Platense y Barracas Central, todos de Primera División. También se registraron instalaciones de entidades del ascenso como Deportivo Morón, Dock Sud, Temperley, Acassuso, Los Andes, Excursionistas, Brown de Adrogué o Deportivo Armenio, entre otros.

La investigación llegó incluso al predio de entrenamiento de la selección argentina, bautizado con el nombre de Lionel Messi, donde trabajan todas las categorías nacionales. En total, fueron inspeccionadas 35 propiedades en busca de pruebas relacionadas con movimientos económicos sospechosos.

Los puntos del operativo de la investigación

Uno de los puntos más llamativos del operativo se produjo en una propiedad vinculada a la empresa Real Central SRL, cuyos titulares son el dirigente de la AFA Luciano Pantano y su madre, Ana Conte. Según los investigadores, ninguno de los dos podría justificar legalmente el volumen de patrimonio acumulado. La hipótesis judicial apunta a que ambos habrían actuado como testaferros de los verdaderos responsables de la compañía: Claudio Tapia y el tesorero de la AFA, Pablo Toviggino.

En una finca que perteneció en su día a Carlos Tévez y que actualmente figura a nombre de Real Central SRL, la Justicia incautó 45 vehículos de alta gama, siete motocicletas de gran cilindrada y dos karts de competición. Entre los automóviles se encontraban modelos de Ferrari, Porsche, BMW, Audi o Ford, algunos valorados en cerca de medio millón de euros. La propiedad, además, cuenta con piscina, canchas deportivas, pista para caballos y hasta helipuerto, en una extensión de más de 100.000 hectáreas. Vecinos de la zona aseguran que Tapia es un visitante habitual del lugar.

Pablo Toviggino, considerado el número dos de la AFA y mano derecha de Tapia, es una figura polémica en el fútbol argentino. Su influencia es enorme: interviene en designaciones arbitrales, sanciones disciplinarias, premios y calendario, y mantiene una postura beligerante frente a cualquiera que cuestione el funcionamiento interno del organismo.

La FIFA evoluciona a Argentina

Hasta ahora, tanto Tapia como Toviggino parecían moverse con total impunidad. Sin embargo, el escenario ha cambiado. El presidente de Argentina, Javier Milei, enfrentado ideológicamente con Tapia, ha anunciado que se investigará el caso a fondo. Además, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero ha denunciado a la AFA y a su presidente por una presunta apropiación indebida de tributos y aportes a la seguridad social por un monto cercano a los 4,5 millones de euros.

A esto se suma la denuncia de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), que acusa a las autoridades de la AFA de presionar a periodistas que están informando sobre la causa judicial y las sospechas de lavado de dinero.

En medio de este clima de incertidumbre, la Finalissima frente a España permanece en el aire. El partido, inicialmente previsto para marzo, sigue sin fecha y podría no disputarse. Por un lado, los jugadores de la selección reclaman mejoras en las primas por los títulos obtenidos, demandas que la AFA no acepta. Por otro, ambas selecciones son conscientes de que una derrota a las puertas del Mundial de Estados Unidos, México y Canadá podría suponer un duro golpe anímico.

Mientras tanto, la FIFA observa atentamente la evolución del caso. Si el escándalo alcanza una magnitud mayor y se confirman las irregularidades, el organismo internacional podría llegar a sancionar a la AFA con medidas extremas, incluida la exclusión de Argentina del próximo Mundial.

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Manuel

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