Asencio escribe un mensaje tras su mal inicio

Manuel

Raúl Asencio tras ser expulsado (Photo by Oscar Fuentes/Jam Media/Getty Images)

El fútbol puede ser tremendamente cruel. A veces, despiadadamente injusto. En este deporte no basta con hacerlo casi todo bien; un solo error puede echar abajo todo lo construido. Que se lo digan a Raúl Asencio, que ha visto cómo dos acciones evitables han convertido su sueño en una auténtica pesadilla mundialista. Un penalti frente al Al Hilal y una expulsión en el minuto 7 ante Pachuca parecieron arrasar con más de ocho meses de trabajo en la élite del fútbol.

Pero el fútbol también es un deporte oportunista. La gloria no siempre es para el más brillante, sino para el que está listo cuando otros dudan. “No está siendo el inicio de competición deseado, pero no tengo dudas de que le daré la vuelta a esta situación. Es momento de trabajar aún más y seguir creciendo. Gracias a todos por vuestros mensajes”, escribió el central español en sus redes sociales, intentando silenciar un ruido exterior que lo ha golpeado con fuerza. Porque Raúl, pese a las críticas que ha recibido, sabe que solo el tiempo y la experiencia le darán esa templanza que hoy le falta en momentos clave. Y hasta entonces, no le queda otra que seguir trabajando.

Esa misma crueldad es, en el fondo, parte de la magia del fútbol. Porque si todo fuera justo, también sería predecible. Ahora, Asencio tiene frente a sí la oportunidad perfecta para demostrar de qué está hecho. De hecho, camino del vestuario al descanso, Courtois fue abordado por las cámaras y, sin ocultar su frustración, fue claro con su compañero: “Van dos partidos y dos veces el mismo error; debemos ser un poco más inteligentes”. No fue un reproche, sino el mensaje honesto de alguien que cree en él, porque lo ha visto desde el primer día en que Ancelotti lo subió al primer equipo.

Y fue precisamente Courtois, uno de los capitanes del Real Madrid, el primero en reaccionar a su publicación con un gesto de apoyo: cuatro corazones blancos. Un símbolo de confianza. Un recordatorio de que, en medio del ruido, todavía hay quienes creen en Raúl.